FYI: es el insight semanal de FRANKA™️: una captura de pantalla hecha de otras capturas de pantalla y relacionadas sobre una reflexión a menudo sin conclusión. Una respuesta contra la incesante llegada de "cosas que pueden interesarte" y que nunca acabamos de consumir plenamente.

Previamente a ni siquiera comenzar con la estrategia para 'CHROMAKOPIA', Tyler The Creator se sentaba con Maverick Carter en su podcast Mavericks para criticar abiertamente a formatos de raperos virales como Ian, un análogo de lo que contemplamos en nuestra escena con el fenómeno Bb trickz. Su crítica (que además se refuerza en partes de este nuevo álbum) también podría estar dirigida hacia nuevas tipologías de raperos más centrados en la forma que en el contenido, tales como Nettspend. Tyler pide respeto por una cultura que, según él, está perdiendo reconocimiento y disolviéndose entre "bromas de ese tipo".

Bb trickz, con su altiva, falsamente desinteresada y provocativa forma de hablar fuera del beat destaca entre productos que se mimetizan cada vez más y fórmulas repetitivas con patrones estancados; Nettspend lleva el Mumble Rap a un nuevo nivel y solo importa que las palabras suenen/queden bien y no qué palabras sean; Ian por su parte le gusta antagonizar con la cultura o tópicos del Rap contemporáneo: un chaval blanco vestido con ropa de regata parodiando a Gucci Mane.

Lejos de concreciones por ahora: Tyler tiene un problema con los raperos meméticos. Vamos a llamarlos así. Son aquellos en los que se invierten ciertas jerarquías y estándares; la transmisibilidad del producto es lo primero y el fondo es secundario; la lírica pasa a un segundo plano y ya no importa tanto lo que se dice sino cómo se dice. El objetivo de estos productos es la viralidad y luego metabolizar esa atención en beneficios. El discurso cambiará según necesiten: son productos conscientes (y en gran medida orgullosos) de su superficialidad.

"No Met Gala but I'm everybody mood board."

Lo gracioso aquí es que la llamada al respeto y el signaling sobre la falta de autenticidad llega desde la megafonía de Mr. Moodboard. Vamos a llamar a Tyler así a partir de ahora. El apodo viene al hilo de su proceso "creativo", encumbrado por fanáticos de todo el mundo que no consiguen ver más allá del mundo de las marcas y sus métodos para simplificar, empaquetar y luego desechar aesthetics.

'CHROMAKOPIA' quiere mandar un mensaje sobre la autenticidad: ser puro y fiel a los colores que te hacen único (véase personalidad) y no ceder e intentar desaturarte para poder combinar con todos los demás. Este mensaje lo persiguen el 95% de las obras y contenido que existe hoy en día ya que esta tensión (o contradicción) está en el centro de cómo formulamos nuestra identidad: buscar y conservar lo auténtico en un mundo inundado de influencias e inputs que llegan de todas partes.

Resulta casi humorístico que Mr. Moodboard se muestre con esa resistencia a abandonar la bandera de lo auténtico (tanto en entrevistas como en la narrativa de este, su octavo álbum) cuando su manera de crear mundos sintéticos no es muy diferente a la de cualquier influencer con unas horas muertas en Pinterest.

Antes, quiero decir cuando existía David Bowie, el concepto de artista transcurría épocas distintas y modificaba ciertos aspectos estéticos en diferentes eras, manteniendo unos códigos. A eso lo llamábamos alguien camaleónico. Hoy, sólo tenemos la estética y el fondo ha desaparecido: Tyler, como tantos otros productos a los que critica, sólo busca el impacto de unas mezclas que generen sorpresa, atención y vengan disfrazadas con la sensación de novedad.

Poco diferencia a Tyler de cualquier otro artista recogiendo influencias en Pinterest: sólo su nivel adquisitivo.

"Brand as Meme."

Digamos que no hay mucha diferencia para Mr. Moodboard en escoger un disfraz para ir a la Met Gala o crear un nuevo proyecto musical. Al final se trata de escoger un dress code y de alguna manera ejecutar el cosplay durante un tiempo determinado.

Para decidir cómo vestirá el artista para esta nueva era, no hay límites ni fricciones: el mundo entero es el moodboard, un mundo que actúa como un catálogo de referencias a usarse y superponerse como si no fueras un artista sino más bien un lienzo en blanco.

Zamrock, cine expresionista alemán, James Brown, peinados Amasunzu de Ruanda, samplear a Pharrell otra vez. The Phantom Tollbooth y el personaje de Chroma The Great. Pequeños bloques de influencia, easter eggs, que Mr. Moodboard coge y remezcla para crear una más en sus identidades patchwork: un nuevo mosaico en su carrera de pastiches estéticos.

Se trata de algo así como subsumir cierta cultura escogida de ese moodboard, triturarla y empaquetarla. Mientras Tyler hace del proceso creativo un puñado de surimi, Balenciaga, por ejemplo, es otro depredador cultural que actúa como un extractor: capaz de llevar algo marginal y relacionado con clases bajas hasta las clases altas a través de un proceso de memeficación, metacomentario y desapego irónico.

"Álbum como una marca" / world-building / core-ification como mecanismos.