024c es una suerte de compilación de signos y tendencias que nos servirán para comprender lo ocurrido en este 2024: una docena de ensayos y clasificaciones que usaré para plantear una radiografía de la industria musical, creativa y cultural. Una foto completa, con sus luces y sus sombras.
Cuando creíamos que Kendrick Lamar se dirigía sin frenos al estancamiento creativo y discursivo, su declaración de guerra no solo contra Drake sino lo que representaba ese paradigma del Hip Hop mainstream nos ha llevado a una nueva mutación del artista, quién ahora se carga el género a las espaldas imponiendo una nueva manera de hacer.
Mitad héroe y mitad villano; que apuesta por lo regional y no por lo global; que apuesta por las raíces y no la apropiación; que habla con menos segundas y que expone las tensiones entre comercialidad y autenticidad. De redentor a lobo estepario; de Yoda a Michael Corleone; un personaje dual entre la salvación y la destrucción; entre la GUERRA y el SERMÓN; de una ambición más soft ("Me escojo a mí, lo siento") a una más hard: "Perra, me lo merezco todo".
Aquí 15 rasgos o 15 manifestaciones, capacidades o características del nuevo Rey del género. Un líder que necesitaba su primer cadáver para poder reinar. Un géminis (Trump y Ye también lo son) que tiene lo que hay que tener para reinar en el mundo de hoy: capacidad para lidiar y sacar fruto de las contradicciones, tensiones e hipocresía.
1) La profundidad del relato ha salido del grupo.
A según qué niveles, empiezan las concesiones.
La mirada que K. Dot tiene al apoyarse encima de una de las puertas laterales del Buick Grand National del 87 (GNX) no es aquella compasiva que recorría todo su quinto álbum largo ('Mr. Morale & the Big Steppers'): aquel Yoda consciente de sí mismo y de sus problemas ha mutado en un Michael Corleone que reclama el reinado del Rap imponiendo una nueva dictadura.
'GNX' es un álbum precipitado y que a simple vista parece incompleto, donde el de Compton ha sustituido la complejidad por la accesibilidad. Aunque siguen los puntos de partida nostálgicos (la conexión emocional y familiar con el automóvil está ahí) que dominan toda su carrera, el relato pierde protagonismo.
2) Todo héroe necesitaba un villano.
Todos los que hemos seguido la carrera de Kendrick de cerca sabemos que su pasta no era la de una súper estrella. ¿Un líder? A medias. Tampoco porque siempre se ha mantenido al margen de conflictos y de asociaciones demasiado fuertes. Aunque representa empíricamente a un nuevo concepto de rapero y eso nadie puede debatirlo, hasta este año no había reclamado ningún trono.
Al perder ese equilibrio también ha ganado en posicionamiento y la transformación de Drake en su antagonista natural ha dado sentido a esa transición hacia su papel de máxima autoridad del género. La historia recuerda sólo a los hombres fuertes.
El enfrentamiento entre los dos no fue nunca algo (únicamente) personal. Más bien simboliza un cambio de paradigma que ya se comenzaba a intuir: el agotamiento del enfoque globalizado y desvinculado con las raíces y otro que precisamente quiere volver a hacerse fuerte en su territorio.
En ese sentido, Lamar es hoy por hoy un héroe (una figura cuyo poder siempre conlleva sacrificios) con un reverso oscuro: su papel como líder moral y la demostrada inclinación hacia la competitividad completan la contradicción. 'GNX' representa justamente eso: el camino de un nuevo tipo de héroe, un héroe ambiguo.
3) Retomar el control sobre el subgénero más olvidado del Rap.
Aunque todos consultemos Genius muchas veces antes de ni siquiera sumergirnos en un nuevo álbum, las letras, los versos, las barras como subgénero del Rap han pasado a un segundo plano en los últimos 10 años.
Aunque no es el culpable, (más bien lo es la progresiva estandarización de los productos culturales), es un buen ejemplo: el Mumble Rap pasó de error a tendencia y de tendencia a alucinación colectiva creando un tipo de MC más preocupado por la forma que por el fondo. Un MC desconectado de la realidad física. Ya no importaba lo que se dijera, sino cómo se dijera y cómo sonara.
Aunque ha habido fogonazos, las letras habían dejado de importar tanto como antes y cabe preguntarnos si la causa era la ausencia de conflictos suficientemente tensos como para interpelar de una manera tan prioritaria. Ha tenido que ser el diss track más escuchado de la historia el que resucite el interés mayoritario por las letras.
4) Asomándose a la era post-Streaming... ¿Y post-rollout?
Quizá lo más importante del feudo entre Drake y Kendrick ocurre justamente en el plano más geopolítico, por llamarlo de algún modo. Lo más sustancial es aquello que no se ve a pesar de la explosión mediática: ambos artistas pertenecen ahora a Universal Music Group (Drake pertenece a Republic, Lamar a Interescope).
Drake es el artista que ha encabezado con su volumen de streams y dominio del mercado digital una era en decadencia; el modelo streaming está en-la-mierda y tiene sentido que al Rey de esta forma de consumo se le arranque la cabeza.
Antes de la guerra con Lamar, Drake ya estaba acabado: sacando singles irrelevantes, grabando vídeos íntegros en su mansión o posteando vídeos suyos invitando a sus fans a meterse en las apuestas deportivas. Su relevancia ha quedado reducida a un agente gentrificador más que a un artista. Más que una empresa que innova, Drake es una multinacional que compra tendencias de vez en cuando y sigue funcionando por inercia.
El canadiense ha sido el niño mimado de Lucian Grainge durante años pero ahora el mismo Drake está denunciando a la multinacional y a Spotify por los que él mismo define han sido "diversos mecanismos para favorecer" la explosión de 'Not Like Us', el single que dio el jaque mate y que se ha convertido en una máquina de batir récords. Los ha tildado crimen organizado.
Obviamente, cuando un artista tan ligado a este modelo denuncia al modelo en sí (y sus dos piezas clave: multinacional y plataforma), podemos decir que el streaming está tocado de muerte (y más cuando Drake se queja de unos mecanismos que probablemente le han encumbrado a él en el pasado).
Sea como sea: Universal gana cuando dos de sus pesos pesados se pelean entre sí y transforman cada nueva contestación en un nuevo boost a los streamings.
El cambio de dominio del marco del streaming se ha también ejemplificado con la llegada de 'GNX': Lamar ha conseguido batir nuevos récords de ventas y escuchas jamás alcanzados por un álbum de Rap tan breve. Y además: sin apenas rollout previo.
5) No le asusta la inteligencia artificial.
Tan niño mimado era Drake que Universal le dejó jugar con la inteligencia artificial de Tupac para uno de sus tracks contra Lamar cuando precisamente tanto la discográfica como él habían criticado meses atrás este tipo de creaciones no permitidas.
A pesar de la provocación que supuso 'Taylor Made', canción que hasta entretuvo a Snoop Dogg, Lamar no ha dejado que ese uso adulterado e indebido por parte de Drake y su equipo marchite su relación con Tupac. El icono de la West Coast vuelve a ser central en 'GNX'.
Lamar lo vuelve a resucitar usando el instrumental de 'Made N****z' como andamio para una sesión de ouija ('Reincarnated', típica canción de autor con personalidad propia a la que nos tiene acostumbrados) con las vidas pasadas de otras personalidades afroamericanas con las que se siente conectado (John Lee Hooker, Billie Holliday y Dinah Washington).
6) ¿Dónde está su transparencia? ¿Y la ética?
En cómo se comporta Lamar podemos ver un reflejo de las contradicciones de la propia sociedad de consumo actual.
Su ataque a Drake ha sido un ataque al Hip Hop mainstream y con él ha llegado un reposicionamiento regional que le sitúa invariablemente como embajador, como guardián de la West Coast. Pero, al contrario de sus álbumes y recorrido anterior, en esta ocasión decide dejar un vacío moral preocupante: no menciona ni manda crédito al artista que ha inspirado toda la cadencia de 'GNX'.
¿Puede un artista que ha construido su narrativa sobre la justicia, la transparencia y la autenticidad ignorar los orígenes de una influencia tan particular?
Kendrick deja sin acreditar explícitamente al trágicamente fallecido Drakeo The Ruler y su nervous music ('tv off', 'peekaboo' y 'hey now' son los mejores ejemplos del template), dejando el impacto de su nuevo álbum aún más diluido.
7) ¿Complejo de Mesías? (¿El hombre del saco?)
Kendrick es el artista que más impacto cultural venido de la Costa Oeste desde el mencionado Tupac; su mundo y plataforma sirven como puente y conexión con esa cultura y sus cambios para millones de fans, expertos y casuales, al mismo tiempo. Esto es un hecho.